[2] L. Cornelio Lentulo Fulvio Flacco consulibus, quibus Hiero Romam venerat, etiam contra Ligures intra Italiam bellum gestum est et de his triumphatum. Carthaginienses tamen bellum reparare temptabant, Sardinienses, qui ex condicione pacis Romanis parere debebant, ad rebellandum impellentes. Venit tamen Romam legatio Carthaginiensium et pacem impetravit.
[3] T. Manlio Torquato C. Atilio Bulco consulibus de Sardis triumphatum est, et pace omnibus locis facta Romani nullum bellum habuerunt, quod his post Romam conditam semel tantum Numa Pompilio regnante contigerat.
[4] L. Postumius Albinus Cn. Fulvius Centumalus consules bellum contra Illyrios gesserunt et multis civitatibus captis etiam reges in deditionem acceperunt. Ac tum primum ex Illyriis triumphatum est.
[5] L. Aemilio consule ingentes Gallorum copiae Alpes transierunt. Sed pro Romanis tota Italia consensit, traditumque est a Fabio historico, qui ei bello interfuit, DCCC milia hominum parata ad id bellum fuisse. Sed res per consulem tantum prospere gesta est. XL milia hostium interfecta sunt et triumphus Aemilio decretus.
[1] Así pues, acabada la guerra púnica, que
había durado veintitrés años, los romanos, conocidos ya por su
brillantísima reputación, enviaron legados a Ptolomeo, rey de Egipto,
prometiéndole ayuda porque el rey de Siria, Antíoco, le había declarado la
guerra. Él dio las gracias a los romanos, pero no aceptó su ayuda, pues la
lucha había terminado ya. Por aquel mismo tiempo vino a Roma el poderosísimo
rey de Sicilia, Hierón, para ver los juegos y regaló al pueblo doscientos mil
modios de trigo.
[2] Durante el consulado de Lucio Cornelio
Léntulo y Fulvio Flaco, con quienes había venido Hierón a Roma, también se
luchó en Italia contra los ligures y se celebró el triunfo sobre éstos. Los
cartagineses, por su parte, intentaban reanudar la guerra, incitando a la
rebelión a los habitantes de Cerdeña, que debían estar sometidos a los romanos
según estipulaba el acuerdo de paz. No obstante vino a Roma una embajada de los cartagineses y obtuvo la paz.
[3] En el consulado
de Tito Manlio Torcuato y Gayo Atilio Bulco se
celebró el triunfo sobre los sardos y, una vez alcanzada la paz en todos los
lugares, los romanos no tuvieron guerra alguna, lo cual desde la fundación de Roma sólo les había ocurrido una
vez, en el reinado de Numa Pompilio.
[4]Los cónsules Lucio
Postumio Albino y Gneo Fulvio Centumalo lucharon contra los ilirios y, después
de tomar muchas ciudades, recibieron incluso en rendición a sus reyes. Por
primera vez se celebró entonces el triunfo sobre los
ilirios.
[5] En el consulado de Lucio Emilio gran
número de tropas galas atravesaron los Alpes. Pero toda Italia se unió en defensa
de los romanos y, según narra el historiador Fabio, que participó en esta
guerra, se dispusieron ochocientos mil hombres para esta contienda. Pero el cónsul
la llevó a cabo solo con éxito. Murieron cuarenta mil enemigos y se decretó un
triunfo para Emilio.
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