lunes, 20 de mayo de 2019

EUTROPIO, Libro III (1ª entrega)

[1] Finito igitur Punico bello, quod per XXIII annos tractum est, Romani iam clarissima gloria noti legatos ad Ptolomaeum, Aegypti regem, miserunt auxilia promittentes, quia rex Syriae Antiochus bellum ei intulerat. Ille gratias Romanis egit, auxilia a Romanis non accepit. Iam enim fuerat pugna transacta. Eodem tempore potentissimus rex Siciliae Hiero Romam venit ad ludos spectandos et ducenta milia modiorum tritici populo donum exhibuit.

[2] L. Cornelio Lentulo Fulvio Flacco consulibus, quibus Hiero Romam venerat, etiam contra Ligures intra Italiam bellum gestum est et de his triumphatum. Carthaginienses tamen bellum reparare temptabant, Sardinienses, qui ex condicione pacis Romanis parere debebant, ad rebellandum impellentes. Venit tamen Romam legatio Carthaginiensium et pacem impetravit.

[3] T. Manlio Torquato C. Atilio Bulco consulibus de Sardis triumphatum est, et pace omnibus locis facta Romani nullum bellum habuerunt, quod his post Romam conditam semel tantum Numa Pompilio regnante contigerat.

[4] L. Postumius Albinus Cn. Fulvius Centumalus consules bellum contra Illyrios gesserunt et multis civitatibus captis etiam reges in deditionem acceperunt. Ac tum primum ex Illyriis triumphatum est.

[5] L. Aemilio consule ingentes Gallorum copiae Alpes transierunt. Sed pro Romanis tota Italia consensit, traditumque est a Fabio historico, qui ei bello interfuit, DCCC milia hominum parata ad id bellum fuisse. Sed res per consulem tantum prospere gesta est. XL milia hostium interfecta sunt et triumphus Aemilio decretus.






[1] Así pues, acabada la guerra púnica, que había durado veintitrés años, los romanos, conocidos ya por su brillantísima reputación, enviaron legados a Ptolomeo, rey de Egipto, prometiéndole ayuda porque el rey de Siria, Antíoco, le había declarado la guerra. Él dio las gracias a los romanos, pero no aceptó su ayuda, pues la lucha había terminado ya. Por aquel mismo tiempo vino a Roma el poderosísimo rey de Sicilia, Hierón, para ver los juegos y regaló al pueblo doscientos mil modios de trigo.


[2] Durante el consulado de Lucio Cornelio Léntulo y Fulvio Flaco, con quienes había venido Hierón a Roma, también se luchó en Italia contra los ligures y se celebró el triunfo sobre éstos. Los cartagineses, por su parte, intentaban reanudar la guerra, incitando a la rebelión a los habitantes de Cerdeña, que debían estar sometidos a los romanos según estipulaba el acuerdo de paz. No obstante vino a Roma una embajada de los cartagineses y obtuvo la paz.



[3] En el consulado de Tito Manlio Torcuato y Gayo Atilio Bulco se celebró el triunfo sobre los sardos y, una vez alcanzada la paz en todos los lugares, los romanos no tuvieron guerra alguna, lo cual desde la fundación de Roma sólo les había ocurrido una vez, en el reinado de Numa Pompilio.



[4]Los cónsules Lucio Postumio Albino y Gneo Fulvio Centumalo lucharon contra los ilirios y, después de tomar muchas ciudades, recibieron incluso en rendición a sus reyes. Por primera vez se celebró entonces el triunfo sobre los ilirios.



[5] En el consulado de Lucio Emilio gran número de tropas galas atravesaron los Alpes. Pero toda Italia se unió en defensa de los romanos y, según narra el historiador Fabio, que participó en esta guerra, se dispusieron ochocientos mil hombres para esta contienda. Pero el cónsul la llevó a cabo solo con éxito. Murieron cuarenta mil enemigos y se decretó un triunfo para Emilio.




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