domingo, 3 de marzo de 2019

Épica latina


La poesía épica

 

I. CARACTERÍSTICAS:

 

▪ El término épica procede del griego epos (= relato, poema). Los antiguos griegos consideraban épica a la poesía que, desde el punto de vista argumental, trataba de las gestas y eventos memorables de hombres y héroes en los que la intervención de los dioses era decisiva, y desde el punto de vista formal estaba escrita en el verso más majestuoso que existía, el hexámetro.

▪ La poesía épica puede ser popular o culta. En el primer caso, suele ser anónima, contemporánea a los hechos heroicos que se narran, de transmisión oral y dirigida a una audiencia popular, ante la que se canta o recita, a veces con acompañamiento musical; todo esto le confiere una característica literaria peculiar: el uso de epítetos o fórmulas expresivas (como “Aquiles, el de los pies ligeros”, o “Atenea”, la de glaucos ojos”) que ayudan a la memorización y hace que el auditorio pueda seguir el hilo argumental con más facilidad. La poesía épica culta se plasma en una obra escrita inicialmente, de un autor individual y conocido y dirigida a un público refinado. La épica latina que conservamos pertenece al tipo culto.

 
 

▪ Se trata de una poesía elevada y culta, que con un lenguaje solemne canta las hazañas legendarias de héroes o los orígenes míticos de un pueblo.

▪ Los dos temas fundamentales de la épica son la leyenda y la historia.

▪ En la épica latina observamos tres características fundamentales:

            a) La influencia homérica. Las huellas de la Ilíada y  la Odisea se ven por todas partes. Se trata de una épica popular con un fondo histórico real, fijada en un momento determinado por escrito y entre cuyos rasgos se encuentra el empleo de fórmulas, el uso de símiles, la claridad y la utilización del hexámetro como metro único.

            b) La utilización de la historia nacional como argumento épico, celebrando las cualidades y virtudes que han adornado la grandeza de Roma. Canta los destinos de todo un pueblo.

            c) La influencia de la poesía alejandrina, con poemas mitológicos refinados y eruditos, no excesivamente extensos, pero muy trabajados. A este tipo pertenecen los epilios de los neotéricos y las Metamorfosis de Ovidio.

 

II. PRINCIPALES AUTORES Y OBRAS:

 

 

1. Épica de época republicana:

 

            A) Épica arcaica (s. III-II a.C.):

            a) Livio Andronico Escribió la Odusia, una traducción o versión libre de la Odisea.

            b) Gneo Nevio escribió el Bellum Poenicum (Guerra Púnica), que trata sobre la primera guerra púnica en la que él había participado).

            c) Quinto Ennio escribió los Annales (Anales), fue el primero en utilizar el hexámetro. Los Anales fueron la epopeya nacional  hasta la aparición de la Eneida.

            B) Épica de la primera mitad del siglo I a.C.: de la influencia de la poesía erudita alejandrina surge en Roma una serie de poemas narrativos de tema mitológico, escritos en hexámetros. A este tipo pertenecen los Epilios de los poetae novi o neotéricos.

 

2. Épica de época imperial:

 

            A) Épica de época augústea (= clásica):

 

a) Virgilio (Publio Virgilio Marón):

            Tras escribir las Bucólicas, que le dieron gran celebridad, fue introducido en el círculo de Mecenas, protector de las letras

            A instancias de Mecenas y durante 7 años se dedica a escribir las Geórgicas, a cuya lectura dedicó Augusto 4 días, tras la batalla de Accio. El propio Augusto le incitó a escribir la Eneida, a la que dedicó el resto de su vida, 11 años. Con 52 decidió visitar Grecia y Asia, para conocer los lugar.es en los que se desarrollaba la primera parte de la Eneida. En el viaje de regreso se sintió enfermo y murió en Brindisi el 22 de septiembre del 19 a.C. Sus restos fueron llevados a Nápoles donde reposan bajo el epitafio:

Mantua me genuit, Calabri rapuere, tenet nunc

                                         Parthenope: cecini pascua, rura, duces.

(Mantua me engendró, los calabreses se apoderaron de mí, ahora me tiene/ Parténope (= Nápoles): canté pastos, campos, a caudillos).

 

            Obras:

            Las Églogas o Bucólicas “cosas pastoriles”, amoríos de pastores en medio de un paisaje idealizado.

            Las Geórgicas, poema sobre agricultura, ganadería, viticultura y apicultura, en cuatro cantos. Pertenecen a la poesía didáctica.

            La Eneida, poema en 12 cantos, es la obra cumbre de la poesía épica latina. Con ella satisface plenamente a Augusto, quien añoraba la creación de una nueva poesía que expresara los valores de la romanidad; pero no es la obra de un poeta cortesano, el elogio del príncipe es indirecto y todo el poema se orienta a la gloria de Roma.

            Virgilio se propuso componer una epopeya nacional en la que se glorificase el destino de Roma (ya que la ciudad fue fundada por orden divina) y en la que se ensalzase a la gens Iulia, a la que pertenecía el emperador. Consigue ambos propósitos mediante Eneas, el héroe del poema, hijo de la diosa Venus, de la que la familia Julia se decía descendiente (Julia deriva de Iulo, el hijo de Eneas); Eneas huye de Troya en medio de la destrucción, con la misión encomendada por los dioses de fundar una nueva Troya, Roma.

            El tema de la Eneida es la huida de Troya y las aventuras de Eneas hasta llegar al Lacio, donde tiene que luchar con distintos enemigos para lograr establecer la nueva Troya, según el mandato de los dioses.

Contenido de los doce libros:

I. Los troyanos son arrojados a las costas de África por una tormenta desencadenada por Juno, donde son acogidos por Dido, reina de Cartago.

II. A petición de Dido, Eneas cuenta los tristes sucesos de la destrucción de Troya por parte de los griegos y su huida junto a su padre Anquises y su hijo Ascanio.

III. Eneas relata su peregrinar errante durante siete años por todo el Mediterráneo en busca de una nueva patria.

IV. Se narran los desgraciados amores de Dido y Eneas y el suicidio de la reina cartaginesa al ser abandonada por el héroe troyano.

V. Descripción de los juegos fúnebres en honor de Anquises, muerto en Sicilia.

VI. Eneas, acompañado de la Sibila, desciende al Hades, donde la sombra de su padre Anquises le muestra la alta misión que el destino le tiene encomendada: la fundación de Roma y su imperio.

VII. Llegada de Eneas y sus compañeros al Lacio; alianza con el rey Latino quien le ofrece la mano de su hija Lavinia. Juno, para impedir la boda, siembra la discordia entre los latinos y los rútulos, capitaneados por Turno, quien aspiraba también a la mano de Lavinia. Se declara la guerra.

VIII. Eneas visita la sede de la futura Roma. Su madre Venus le entrega un escudo fabricado por Vulcano en el que se cuenta la futura victoria de Augusto en Accio.

IX. Asalto al campamento troyano y muerte heroica de los jóvenes amigos Niso y Euríalo.

X. Eneas entra en batalla. Muerte de Palante y otros guerreros famosos.

XI. Funerales en honor de Palante. Muerte de la heroína Camila.

XII. Duelo final entre Eneas y Turno, caudillo de los latinos, y fin de la guerra con la muerte de Turno.

Los doce cantos que componen la Eneida pueden estructurarse en dos partes: los seis primeros, hechos a imagen de la Odisea, narran los viajes y peripecias de Eneas desde su salida de Troya, destruida por los griegos, hasta su llegada a Italia; los seis últimos cuentan las luchas que el protagonista sostiene con los pueblos que habitan el Lacio, a semejanza de la Ilíada.

Los modelos de Virgilio son fundamentalmente Homero y Ennio.

Personajes principales de la Eneida:

Eneas es un héroe que ya aparece en la Ilíada; es hijo de Anquises, primo del rey de Troya, Príamo, y de la diosa Afrodita (Venus); se casó con Creúsa y tuvo un hijo (Iulo o Ascanio). Durante la guerra de Troya los dioses protegen a Eneas y ante el menor peligro acuden en su ayuda, ya que su destino no está morir en Troya: los dioses le tienen reservada otra empresa, la de fundar en otro lugar una nueva Troya. Cuando Troya cae, Eneas con su padre, su hijo, algunos compañeros y las estatuas de los dioses Penates huye de Troya. Tras varias escalas, una tempestad arroja sus barcos a la costa de Cartago, donde los dioses hacen que la reina Dido se enamore de él. Cuando Hermes le lleva la orden de que tiene que partir de Cartago, la reina se suicida. Más tarde, cuando Eneas descendió al Averno, trató de hablar con Dido, pero su fantasma se negó a perdonarlo. Cuando llega al Lacio, establece una alianza con el rey Latino, quien le entrega la mano de su hija Lavinia, cumpliéndose así la profecía del oráculo, que decía que llegaría un extranjero que se casaría con ella y gobernaría en el Lacio. Turno, rey de los rútulos y pretendiente a la mano de Lavinia, le declara la guerra. Tras un combate entre ambos, muere Turno; Eneas se casa con Lavinia y tiene un hijo, Silvio.

Virgilio ha dotado a Eneas de gran humanidad; Eneas se aleja del héroe homérico, frío, indiferente ante lo que le rodea, y se comporta como un hombre, como una persona que sufre, duda, teme y se compadece; Eneas encarna el ideal del héroe romano, hombre político y hombre de guerra, con las principales virtudes nacionales: valor, sensatez, austeridad, respeto a los mayores y, sobre todo, obediencia a la voluntad divina, aunque para ello afronte riesgos y sacrificios; consigue superar su egoísmo poniéndose al servicio de la historia: tiene un pasado, representado por su padre Anquises, y un futuro, su hijo Iulo, pero no un presente propio; en este personaje se percibe una lucha entre el deber (= cumplir la voluntad divina) y su propia voluntad (= quedarse en Cartago con Dido), lucha que unida a las distintas experiencias que le toca vivir, va a ir haciendo madurar a Eneas para hacerlo un héroe más apropiado para ser el fundador del pueblo romano; Virgilio suele atribuirle el calificativo de pius, que encierra todas las virtudes romanas.

Dido, reina de Cartago, acoge a Eneas cuando llega a sus costas y se enamora de él; Eneas la corresponde. Pasado algún tiempo, Eneas recibe la orden de los dioses de partir para cumplir su destino (fundar la nueva Troya); Dido intenta convencerle para que se quede con ella, pero no lo consigue. Cuando Eneas se marcha, Dido se hunde en el pecho la espada que le había regalado Eneas. También Virgilio ha hecho de Dido un personaje muy humano;   Dido aparecía ya en la obra de Nevio, con su desgraciada historia de amor con Eneas, considerada el origen de la enemistad entre cartagineses y romanos; en la Eneida Dido es la víctima de la voluntad de los dioses: Venus le inspira gran pasión por Eneas, su hijo, para protegerlo del naufragio sufrido en las costas de Cartago, y cuando los dioses ordenan a Eneas que prosiga su camino, Dido se suicida; Dido es una mujer fogosa, ardiente, enamorada y tremendamente vital.








Turno es rey de los rútulos, un pueblo del Lacio. Aspiraba a la mano de Lavinia, pero el rey Latino se la concedió a Eneas, cumpliéndose así el oráculo que había predicho que la princesa se casaría con un extranjero llegado del mar, quien crearía un gran imperio; el extranjero era Eneas. Comienza la guerra entre troyanos y rútulos, ambos con sus respectivos aliados. En el transcurso de los combates, Turno mata a Palante, aliado y amigo de Eneas. Finalmente se enfrentan en un combate Eneas y Turno: cuando Turno está derrotado en el suelo, pide volver a ver a su padre, a lo que Eneas está a punto de acceder; pero cuando Eneas se da cuenta de que Turno lleva las armas de su amigo Palante, se acuerda de que Turno lo ha matado y le clava su espada. A Turno lo pinta Virgilio como un joven noble y valeroso, pero violento y con escaso dominio de sí.

También los dioses tienen el rasgo de humanidad que recorre la obra: sufren, lloran, se compadecen y odian como los hombres, aunque actúan movidos por altas empresas.

En cuanto a los valores literarios sobresalen de manera especial los recursos narrativos que el autor utiliza. Virgilio no narra los acontecimientos de forma cronológica; así el canto I comienza con la llegada de Eneas y sus compañeros a las costas de Cartago, donde son acogidos por Dido, y a través del relato que el protagonista le hace a la reina nos enteramos de la destrucción de Troya. Para narrar algunos sucesos protagonizados por el propio Augusto, posteriores a Eneas, el autor hace bajar al héroe al Hades, donde Anquises, su padre, le muestra el futuro de Roma y los grandes personajes que nacerán, entre los que figuran Augusto y otros componentes de la familia Julia; también aprovecha un recurso de la poesía épica: la descripción de las armas del héroe, para narrar la victoria de Augusto en Accio.

Es una obra de extraordinaria perfección estilística. Utiliza neologismos y algunos arcaísmos, tomados principalmente de Ennio. En sintaxis emplea elementos poéticos tradicionales arcaizantes como el dativo de dirección. Es sobrio en los medios expresivos como la metáfora, la aliteración, la hipálage, la hendíadis, etc. Por otra parte, se suele afirmar que Virgilio lleva el hexámetro a su máxima perfección.

Es una obra inacabada, como se puede ver por los versos inconclusos y en algunos hemistiquios que dejan incompleto el sentido; antes de morir, Virgilio pidió a sus amigos Vario y Tuca que destruyeran el manuscrito, a lo que se opuso Augusto.

 

b) Ovidio (Publio Ovidio Nasón): la obra épica de Ovidio son las Metamorfosis, perteneciente al género didáctico. Es un extenso poema mitológico que presenta 250 mitos y leyendas sobre las transformaciones de héroes, dioses y personajes mitológicos en seres vegetales, animales o constelaciones. Aquí se encuentran los mitos de Faetón, Apolo y Dafne, Narciso, el rapto de Europa, Acteón, Perseo, Filomena, los infortunados amores de Jasón y Medea, las historias de Teseo y el Minotauro, Hércules y Deyanira, Orfeo, Ganímedes, Ícaro y Dédalo, los mitos de la guerra de Troya, Polifemo y Galatea, Circe, etc.

Los dioses en Ovidio son sensuales y frívolos, en la línea de la tradición alejandrina; las situaciones en que se ven envueltos contrastan con su supuesta majestad. El amor es el gran protagonista, el móvil de todos los seres. El estilo de Ovidio en las Metamorfosis es retórico e innovador en la creación de términos.

 

            B) Épica de época neroniana (= postaugústea): en esta época destaca Lucano sobrino del filósofo Séneca y como él cordobés, estoico y con el mismo final: víctimas del emperador Nerón. Solo se ha conservado de él un poema épico, La Farsalia o Guerra civil. Tema: cuenta la guerra civil entre César y Pompeyo. Los principales episodios que se relatan, en hexámetros, incluyen las causas de la guerra, retrato de los dos líderes y paso del río Rubicón por parte de César, la marcha de Pompeyo  al Epiro, la descripción del oráculo de Delfos, la batalla de Farsalia, la huida de Pompeyo a Lesbos para reunirse con su mujer y después a Egipto, donde es asesinado, la llegada de César a Egipto; su relación con Cleopatra.

Es un poema histórico (sin contenido mitológico). Se considera una obra anticlásica porque a) no canta la grandeza de Roma sino su declive; b) se alude a los dioses, pero estos ya no guían la acción, sino que son los hombres los últimos responsables de todo lo que ocurre; c) como los acontecimientos no se pueden explicar por intervención divina los hechos se explican de forma racional. d) el que inspira la obra es Nerón, no las Musas; e) se echa en falta a un héroe; no se sabe con certeza quién es el héroe del poema: para unos sería César, para otros Pompeyo o Catón, para otros la libertad. El propósito de la obra es glorificar la libertad y austeridad republicanas además de repudiar una guerra causante de la terrible situación que vive la Roma de su época, la de Nerón. El estilo es impetuoso, enfático, retórico y difícil.
 
 
 
(Para quien haya tenido la osadía de rechazar la audición de las dos versiones del final de la ópera de Purcell mientras estudiaba, un poco de Post-rock...)
 
 
 
 

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