miércoles, 28 de enero de 2015

Telémaco

El síndrome de Telémaco

Massimo Recalcati

El objetivo central de estas páginas es analizar la relación entre padres e hijos en un momento histórico de cambio acelerado en el que la vida familiar está sometida a nuevas y potentes presiones sociales. Asistimos a un proceso de deslegitimación de las instituciones que sin duda afecta a la figura de los padres como autoridades simbólicas. Sin llegar a situaciones de hijos que maltratan o pegan a sus progenitores, como señalan Domingo Barbolla y colaboradores en su alarmante libro Violencia invertida (Gedisa, 2011), lo cierto es que la debilidad sobrevenida de los padres dificulta la ineludible función educativa de la familia.

La figura del hijo contrariado por la ausencia de alguno de sus padres ha sido tratada desde la creación literaria con espacial agudeza por Jeanette Winterson, Alison Bechdel, Marcos Giralt Torrente, Christina Crawford o Karl Ove Knausgard entre otros. Desde las ciencias sociales se ha escrito poco sobre asunto tan sutil y, en este contexto, la aparición de El complejo de Telémaco conforma un rico zócalo sobre cuyas valiosas aportaciones será posible indagar y entender mejor la relación entre padres e hijos.

Nacido en Milán en 1959, Massimo Recalcati fue un niño -él mismo lo narra en los numerosos segmentos autobiográficos que contribuyen a dar viveza al texto- criado en un hogar pobre en el que se hablaba el dialecto friulano. Su madre se expresaba mal en italiano pero creía en las ventajas de la educación superior y su voluntad fue decisiva para que su hijo no se empachase de rebeldía juvenil.

Profesor de Psicología Social en distintas universidades italianas (Bérgamo, Padua, Urbino) y psicoanalista en ejercicio formado en las enseñanzas de Jacques Lacan, Massimo Recalcati ha publicado una treintena de libros. En 2011 publicó Cosa resta del padre? La paternità nell'epoca ipermoderna (Ed. Raffaello Cortina). A rebufo de su gran éxito tanto fuera como dentro de Italia, El complejo de Telémaco, subtitulado Padres e hijos tras el ocaso del progenitor, completa y redondea el análisis de tantos padres que han renunciado a su verdadera condición para convertirse en meros compañeros de juego de sus hijos.

La tesis central de este volumen sostiene que en las actuales circunstancias la figura del padre, tal como se venía entendiendo, ha perdido su papel, se ha evaporado del universo simbólico familiar. La pérdida del padre vendría dada por la caída de las grandes ideas. Al desgaste del catolicismo como conjunto de creencias y de modos de entender la vida le han acompañado numerosos derrumbes. Uno de ellos es sin duda la estrepitosa caída del Partido Comunista Italiano. Para un izquierdista creyente en Jesús como Recalcati, el entrelazamiento de ambos acontecimientos trasladado al ámbito familiar no tiene otro significado que el hundimiento del padre.

Tras la Iliada, Homero escribe la Odisea. Ulises, que se ha visto obligado a dejar en su palacio a su esposa Penélope y a su hijo Telémaco para acudir a la guerra de Troya, acosado por mil episodios, permanecerá veinte años sin poder volver a su casa en la isla de Ítaca. Mientras tanto, su hogar se llena de pretendientes que comen, beben y abusan en su intento de desposar a Penélope. Telémaco se consume en la espera de su padre hasta que sale a buscarle y, una vez juntos, vuelven para hacer justicia y restablecer la ley y el orden.

En la figura del hijo de Ulises, el profesor Massimo Recalcati ve el reflejo de la situación familiar actual. Telémaco, al contrario que Edipo, no vive al padre como un obstáculo, lo busca para establecer una Ley justa. De este modo las jóvenes generaciones necesitan algo que les haga de padre, piden “una ley que pueda devolver un nuevo orden y un nuevo horizonte al mundo”. 


         

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